dilluns, de juliol 03, 2006

Conversaciones profundas (I parte)

Hoy alguien me ha explicado que tiene un trocito de luna. "Un jornal" ha dicho ella.
- ¿Un qué?
- Un jornal. No sé cuantos metros son, pero es la parte de terreno que antiguamente se decía que le daba tiempo de trabajar a un campesino en un día.
Qué curioso...
- Es por eso que siempre me la quedo mirando.
- ¿Cómo?
- La luna. Que siempre la miro. Intento buscar mi jornal, ¿sabes? Ese trocito que es mío.
- Vaya...
- ¿Qué te pasa? Parece no hacerte mucha ilusión...
- No, no es nada. Es solo que...
- ¿Qué?
- Que... esto... Ayer la regalé. Entera. No sabía que tú tenías un trocito. Es por eso que me siento mal. Anoche te embargué un trozo de luna.
- Ay que joderse con la niña... Bueno, seré una ocupa. Total, ya sabes que a mí me van estos royos.
- Sí...
- Y ¿ a quién le regalaste la luna, niña?
- A un poeta.
- Qué jodía. Eres una romántica.
- Ya ves...

3 comentaris:

Gata Chata ha dit...

Ya ves, la luna es de quien la mira. Regalarla no está mal siempre que el que la reciba haga buen uso de ella. Yo, personalmente, te presto mi jornal si deseas regalarla entera. Al menos tú tienes a quien regalársela, y a mí, de tanto mirarla, se me está gastando.

Quise entrar en tu blog hace unos días y me daba error, pensé que lo habías quitado. Una suerte que no sea así.

Nos leemos, niña. Un saludo.

ioguanae ha dit...

Si tubieramos que contar las veces que se ha regalado la Luna...Y en canvi ella sigue allí.
¿Se apagará algún día?

casifueradelcielo ha dit...

neni, si te tengo que ser sincera te diré que aunque me parece realmente precioso lo que has escrito, no entiendo na de na. Jajajajajajaja, luego me lo cuentas n¿?
1 besito