No tenían intención de confesarse el significado de sus sonrisas.
Ni parecían molestarse en aclararse cómo de profundo se besaban con los ojos.
Tampoco tenían intención de explicar cuánto, en tiempo, se habían invertido el uno en el otro.
Ni siquiera se iban a enseñar cómo eran capaces de diferenciar los pasos del otro en la multitud.
No pensaban llamarse la atención con el chasqueo de sus pulgares.
Ni explicarle a nadie cuánto se miraron aquella noche.
Ni buscar otra noche.
Él jamás iba a publicar la ecuación matemática que le halló a su mirada.
Y ella nunca querría sonorizar el no-sonido de sus no-palabras.
.
.
Por si acaso dejase de ser tan perfecto.
Por si perdiese la magia.
.
.
Porque ellos no se buscan. Se encuentran.
2 comentaris:
Pura magia.
Besotes
a vere quan renoves nenaa!!
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