Los días pasan lentos desde que ya no busco tus ojos al decir tonterías.
O desde que no los encuentro.
Desde que no necesito de tu risa para sentirme bien.
O desde que creo no necesitarla.
Desde que no quiero tus manos para contar ovejitas por las noches. Para tener dulces sueños.
O desde que los sueños ya no son dulces.
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Pero los días que me pasan más lentos todavía son aquellos en los que de buena mañana el aire, que se ha puesto tu perfume el muy jodido, me abofetea la cara.
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Y parece gritarme: Despierta, niñata. Despierta.
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Y es curioso.
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Porque últimamente no duermo.
1 comentari:
Sé que no estás en tu mejor momento, niña. Pero aun así, aunque te duela, y sea quien sea la persona que ya no te sonríe, tal vez necesitara saber todo esto para poder volver a hacerlo.
Tu vales mucho y es cierto que te estan mareando, pero te cuesta mucho decir lo que sientes hacia los demás, y a veces, por más cursi que parezca, lo necesitamos para dormir bien.
Muchisimos besos
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