Día50
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tener una causa sin ser rebelde. acabar la semana en lunes. hacerse tatuajes de esos que se borran. llorar lágrimas secas y que lo notes. que te cojan pataletas sin lloros. hacer cafés a media noche y cubatas al medio día. y de medio día. comernos veinte y contar solamente una. perder el sur. ganarnos los siete cielos. jugártelo a la carta más baja. no tener ni kilos de más ni kilos de menos. peinar lienzos. pintar pelos. reírnos de la conrazón. vivir en callejones con salida. morir de ilusiones. jurar por Dios que no quiero verte y ser atea. ver obras de teatro en las que el apuntador es inmortal. vivirnos de la risa. tener confusiones sin fusión. bostezar a media mañana. hacer siestas de ocho horas. encontrar tu alma melliza. no echarte de más. soñar despierto. contar cuentos de sapos, sin princesas. hacerse nudos marineros en las gargantas. ser un hombre de mucha fé. que aparezca ‘mi papá me mima’ en los cuadernos de caligrafía. los eruptos sin haber bebido. inventarnos palabras nuevas. decir ‘archipiélago’ y ‘onomatopeya’ con polvorones en la boca.
cosas absurdas.
como piedras que tropiezan dos veces con el mismo hombre. como los gritos sordos, los besos sin labios o los labios sin besos.
tan secos.
1 comentari:
Y yo sólo soy capaz de seguir queriéndote como a la que sabe ponerme los pelos de punta después de un día gris, y aunque a veces parece que no te entienda, ni me entiendas,siempre sé ponerme a mirarte por detrás de tus ojos, como me enseñaste, y verlo todo claro y aunnque nos hagamos mútuamente caras de ver últimamente, no por eso te voy a hexar menos de menos.
¿Me entiendes?
Maryland
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