dijous, d’octubre 09, 2008


es difícil entendernos, sobre todo, si hablamos idiomas diferentes. tú hablas el idioma cerebral y yo el cardiológico. y, aunque sin lógica alguna pienso en tí, tú ya no lo haces del mismo modo que lo hacías antes. antes te basabas en invertir tiempo en mis historias y ahora mis historias te hacen perder el tiempo. yo no te culpo por eso. porque del mismo modo que el amor no nació en roma, el amar tampoco crece en rama. y por eso, aunque no te lo creas, las ramas de mi corazón -que viven enredadas a las ramas de tu cerebro - están de poda por la llegada del otoño.
a ver si así me doy cuenta que no hay vínculo que nos una, que no hay enlaces que nos aten y que, por mucho que lo intente, nunca volveremos a amarnos.