me pasa algunos días que me entran unas ganas repentinas de terminar de leer todos los libros que tengo empezados. los tengo separados, en estanterías a parte. los leídos, los empezados y los que están por leer. casi casi predominan los segundos. es muy triste, me digo, porque he dejado un montón de historias huérfanas. es muy triste y egoísta porque si algún día yo escribiera algo, me gustaría que me dejaran terminar de explicarlo. no sé, luego de repente me asalta la idea de que nunca llegaré a escribir nada. no creo que tenga nada largo ni interesante que contar. aunque después pienso que si algún día consiguiera recombinar todas las palabras que he aprendido contigo y escribir con ellas un libro, seguramente sería el libro más bonito del mundo.