divendres, de gener 08, 2010

la noche de ayer

ayer los astros se alinearon.tú todavía no lo sabes (o quizás por estas horas ya sí), pero me trajeron señales tuyas.

tu carta se postró en mis manos como si llevase mucho tiempo esperando el momento. cayó en ellas y se abrió como una flor para que la oliera entera y la leyera y me llorara. es verdad que la olí. la olí  del mismo modo que lo hacen en las películas, cerrando los ojos y arqueando la cabeza hacia arriba. olí la carta como huelen los jerséis de los hijos las mamás que están un tiempo lejos de ellos. y la leí. cinco veces para ser exacta. creo que recuerdo todas las palabras. al principio bailaban ante mí, era como si se burlaran. supongo que estaba nerviosa. más tarde, las empecé a entender y me transportaron 4 años atras cuando todavía éramos inocentes y creíamos que nada ni nadie conseguiría rompernos. por último me lloré y, créeme, me lloré mucho.
me maldije varias veces por haberte hecho daño. por no haber tomado consciencia del dolor que sentías. por haberme hecho una coraza, por pensar que estabas loco y yo cuerda y sensata. pero, ¿sabes? no sirve de nada. ya no sirve de nada culparse porque ni yo puedo volver atrás ni tú tampoco.
así que he decidido usarte de terapia.
pondré como referencia mi actitud contigo. y si un día peligro me repetiré: no lo hagas, no lo hagas.

que lo fuisteis todo y ahora no sois nada.