dilluns, d’abril 05, 2010

naranja

los recuerdos del verano para mí siempre son naranjas. 
recuerdo vuestra casa naranja de verano y a ti (en naranja) mirándome y riñéndome porque no me quiero sentar a tu lado. y yo, que también estoy naranja, te contesto que no quiero porque miras los toros y a mi no me gustan. a mi me dan miedo. pero no hay manera de hacértelo entender. porque tú lo que quieres es que sea una niña folklórica. una niña folklórica y naranja, que mira los toros y baila sevillanas. pobrecita de mí. yo. folklórica. que los máximos arranques folklóricos que tengo son las imitaciones cutres de chiquito de la calzada.
si  estuvieras hoy aquí te sacarías otra vez la dentadura como aquella vez que te enfadastes tanto. sigo odiando los toros y no sé bailar sevillanas.
aunque tal vez estarías contento porque ¿sabes? ya empieza a oler a verano y sé lo que te gusta.
sí yayo. ya huele a verano. hoy, mientras volvía en el coche, el sol ya tostaba mis mejillas, el ambiente olía a nivea y todo lo que me rodeaba se ha vuelto, por instantes, de color naranja.  era como una conspiración. como una especie de guiño espacial para que me acordara de ti.
otra vez.