para no correr demasiado, me quedo quieta. sucede que lo estático ahora ya no me parece bonito. tal vez me moveré cuando no toque. fuera de juego. o peor aún: jaque mate. le tendré que dar la razón a quién no quise. quería soledad, pues soledad tienes, me dirá. qué mala es a veces y que tierna y dulce parece cuando solo la intuyes. luego me dirá: la libertad se encuentra de piel hacia adentro y yo contestaré que no hay fronteras para la libertad y que si las hubiera, jamás sería la piel.
mira, no sé. hoy me muero. mañana seguro que renaceré y no seré vulnerable. cogeré el aire que me faltó, el que adjudiqué a largo plazo para otras narices. aceptaré el espacio que ahora me sobra y lo haré mío, con cuidado.
empezaré por el principio: verbalizando lo que jamás sucedió.
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