diumenge, de maig 01, 2011

//Inciso//

Nunca espero tener comentarios en este blog. 
De hecho, empecé a escribir este blog para mí, para entenderme, para contarme cosas que no me atrevo a pensar en mi cabeza pero que, por alguna extraña razón, son capaces de fluir a través de mis dedos. Alguna vez me dedico a buscar posts de hace dos años y los leo. Qué ingenua, pienso a veces. Qué profunda, pienso otras. O qué absurdo. A veces me pregunto en quién estaría pensando para escribir cosas tan tristes. Así que también lo uso a modo de memoria, esa que nunca me ha fallado pero que a medida que voy acumulando años en mi piel, se permite el lujo de discriminar algunos de los recuerdos. Por eso de optimizar. Así que, como al principio, escribo para mí. 
Sucede que, como intuyo que debe ser normal, hay días en los que me pregunto si mis palabras llegan a algún lado o si, por el contrario, se quedan inmortalizadas aquí, en esta pantalla de ordenador de un piso oscuro cercano a Madrid.
Así que me gustaría que, si por casualidad me lees y yo no sé quién eres (porque sí sé que hay por ahí cuatro o cinco lectores a los que quiero), entres en este enlace y votes el vídeo.
Porque si ganamos, me voy a dar la vuelta al mundo y te lo contaré por aquí.
Y porque me harás feliz al saber que estas letras no se quedan aquí, desordenadas, sin ojos que las lean.
Gracias.

1 comentari:

Gata Chata ha dit...

Votadas quedáis, pues.

Mucha suerte.