dimecres, d’agost 10, 2011

Historias del metro (I)

Los últimos golpes recibidos me han llevado a leer un libro (aconsejada por Nacho) de principios de meditación que intento leer con recelo para no volverme majareta. Básicamente se resume en el tan famoso carpe diem que, por más que nos repitan, solo recordamos cuando todo va mal. Iba en el metro, camino hacia este trabajo que, tal vez gracias al libro, me parece cada vez menos tedioso. Leía la parte en la que un jefe de una reserva india le explica a un blanco que no entendía qué les pasaba a los blancos. “Siempre andan buscando algo, están ansiosos. Pero no saben qué es lo que buscan y es que tal vez no deben buscar nada”. Y entonces pensé que era la frase más verdadera que había oído en mucho tiempo. Nos pasamos la vida buscando algo, ajeno a nosotros y futuro. Y no lo encontramos porque la única realidad es la presente. La única realidad es que somos, ahora. La revelación me ha iluminado tanto (esa sería la palabra adecuada para el tono del libro) que me he movido de mi asiento, golpeando sin querer a la señora que se sentaba a mi lado.
Perdón.
No te preocupes. Sus ojos de setenta me han sonreído. Señal de que estamos vivos, ¿no?

Sí. Señal de que lo estamos.       

1 comentari:

Anònim ha dit...

Me encanta! podría ser el principio de un libro!
Love u