dijous, de gener 19, 2012

Renacer (o Ya no)

Volví a dejar el café. Mi estómago se queja a su manera y gracias a él, paso las noches sobria. El mundo es distinto desde hace poco y me siento viva. Recorro caminos de ida dos veces. Voy. Y vuelvo a ir. Ya no le tengo miedo a vivir. Siento el revuelo de algo nuevo, aún sin rostro y aún sin alma, pero reconforta. Los días son distintos aunque tienda siempre la misma ropa. Y Madrid, que no se termina de marchar, me duele cada vez menos. Me estoy encontrando. Paso tiempo sola y ya no lloro. Mantengo conversaciones intrapersonales y me escucho. Ya no me asusta oir lo que pienso.
Ya no me asusto.