Vomité a las seis de la mañana. Podría ser que soñara, pero creo que no, porque recuerdo la taza del váter y en el fondo, en el agua, mi cara, mi frente desnuda, y yo rogándome: sácate de mí. Arráncate de mí. Otra vez estas tripas, preguntándose el por qué, como años atrás, como un año atrás, por qué me haces esto, Andrea, por qué me destrozas. La garganta seca, el estómago vuelto, el humo en mi pelo, los restos de cerveza en mis papilas y ahí lo tienes: lo volví a hacer y no me dejas. Tengo la necesidad de olvidar lo que soy, lo que no tengo y podría tener, lo que ya no quiero en mí. Tengo necesidad de quemar esta casa que habito y resurgir de nuevo, con nuevos vicios, con nuevos estigmas, rellenar estos vacíos que dinamitan mi cuerpo. Y no me dejas, joder. No me dejas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada