Reflexiones:
1- Me pregunto si hay cosas que no se aprenden nunca. No porque existan cosas imposibles de hacer (ya me enseñó que no) sino porque cada cosa tiene su tiempo y ya te ha pasado. Como aprender a tirarse de cabeza en las piscinas. Puede que yo ya no lo aprenda nunca. Ni siquiera a base de hostias y de amputaciones varias. Ni siquiera a base de lágrimas puede que lo aprenda. Porque el tiempo para confiar ya pasó. Me quedaré analfabeta, analfabeta de la confianza. Como él es analfabeto de tirarse de cabeza en las piscinas y de hacer burbujas con el chicle.
2- Me pregunto si es posible ensayar para ser mejor persona. Como aquél que ensaya las obras de teatro o se entrena para estar más fuerte. No sé si sería capaz de hacerlo porque me daría miedo olvidarme del guión o que si lo dejase durante una semana, se me volvieran los músculos fofos.
3- Me pregunto si es esta infeccion por Staphylococcus aureus la que me esta afectando a la cabeza.
4- Me pregunto si va a seguir llamándome durante muchas más noches.
5- Me pregunto si va a poder resucitarme.
Mira, si tú me resucitas, yo te ayudo a hacer pompas con el chicle. Yo te prometo ensayar para ser mejor persona y llamarte de vez en cuando. Tu me prometes darme un poco de aire, pero del nuevo, del que me gusta.
Y así, entre tu y yo, nos haremos promesas. Promesas que no valen nada...
Hoy: vamos a mirar el mar un ratito...
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