dissabte, de juny 28, 2014

Noche de San Juan

Me vienen imágenes tuyas.
Están habitando permanentemente las paredes de mi cabeza.
Tú agarrándome del cabello.
Tú y mis labios mordidos.
Tú y tus dedos entre mi lengua y la confusión de los órganos
y qué es tuyo y qué es mío en este juego al que jugamos.
Y quién gana.
Y cuánto he perdido.

Me tortura recordar tu mirada
antes del incendio universal.
Antes de la explosión volcánica que hay todas las noches de San Juan.
Y lo poco santo de todo esto,
y cuánto dolor siento por todo esto.
Me atraviesan frases tuyas
como una balacera.
Son minas latentes esperando un pisotón para estallar.
Y explotan cada vez que las recuerdo.
En cada ocasión que me vienen tus palabras,
tus "no me marcho, estoy aquí".
No es verdad.
Te has ido y no estás. No sé nada.
Y en este silencio casi pactado no encuentro el modo de poderte decir
que no decidir, es otra manera de elegir.