dilluns, d’octubre 27, 2014

Lunes

No me quieres. No hace falta que lo digas, yo lo sé: no me quieres. Quizá lo haces unos segundos antes de irte de este mundo. En ese instante tal vez. Acaso en ese momento, cuando casi somos uno y me miras detrás de mis ojos, al rojo de la sangre, y me interrogas con cara de niño, a dónde nos lleva esto. Cuánto nos queda.
Pero luego, después de eso, cuando vuelves aquí, ya no. Ya no me quieres.