dilluns, de gener 26, 2015

De vacíos

Tengo en el cuerpo un vacío. Hace ya un tiempo que lo vengo diciendo, pero el otro día se materializó y fue dolorosamente real. Hablaban mis amigos de muchas cosas - cosas ya adultas - como alquileres, bodas, trabajos serios. 
A la tercera copa, me dije por dentro ya somos mayores e intenté visualizar las discusiones matrimoniales, el ¿colegio público o privado?, y dejar de hablar de sexo, dejar de hablar de placer y hablar sobre estudios, sobre deseos proyectados, sobre si será bueno o será malo. Hablaban mis amigas de todo eso y yo estaba en otro sitio, en una casa que nunca he habitado con un marido que nunca he tenido mirándome en el espejo. Yo tengo un vacío, me explicaba, tengo el hueco de todos los hijos que nunca tuve. 
no
se 
rellena. 




1 comentari:

Prisxd ha dit...

Ese vacío está lleno de experiencias que sí viviste, de viajes que sí hiciste y de amores que te hicieron temblar (¿y porqué no? ¡gritar!)

Creyendo la palpabilidad de todo eso, su sentido y su valor, aunque sea intangible, esa mezcla de sensaciones, experiencias y momentos se materializará, y llenará ese vacío, que ya está tan lleno..