divendres, de novembre 18, 2005

Como en una obra de teatro. Como en una puta obra de teatro.
Así miras y hablas. Así te mueves. Así lo haces, sí, así. Como si fueras el jodido protagonista de la desgraciada vida de los románticos. Similar a los que quieren morir por suicidio y no por muerte natural. Del mismo modo que los patéticos que creen que el destino existe y que como tal, hay que resignarse a él. Como los de las obras de teatro, sí. Así lo haces.
Vives y a parte piensas. Es como vivir dos mundos, el tuyo y el de los demás. Crees tener un mundo tuyo tan estudiado y estructurado que dudas si jamás nadie será igual que tú. Y te miras al espejo y sabes que tú, en el fondo, eres superior al menos en algo respecto a los demás.
Sin embargo, cuando sales ahí... Cuando sales a ese mundo que tú no has preparado, que no has estudiado... Eres débil. Como un jodido protagonista de una obra de teatro romántica
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