“Olvida el olvido, hoy vale más el presente que todo lo vivido”


Retomando mi vida desde donde creí dejarla.
Donde sin darme cuenta, quise poner un punto y a parte.
Retomándola de nuevo, haciendo un punto y seguido tras descubrir que es imposible empezar de cero. Y mis esfuerzos frustrados y desvanecidos (porque creí que la vida es un juego y que como tal, se puede decidir cuándo acabarlo y empezarlo de nuevo) los empleo en otras actividades, tales como querer más a la gente, respirar más hondo o escribir.
Ya dijo Freud que las obsesiones de la gente son reflejo de otros deseos que no se pueden saciar. Pues así me pasa a mi. Porque mi deseo de renovarme, no lo puedo cumplir.
Y es que es tan complicado renacer... Porque has vivido agarrándote a tanta gente, a tantas ramas, que han ido creciendo enredándose a las tuyas. Y cuando quieres darte cuenta, tienes tantísimas personas dependiendo de tu árbol que es imposible podarte y crecer de nuevo como si ellas no hubieran formado parte de tu vida.
Y me he creado una vida que tal vez no es completamente como yo deseo porque la creé cuando no sabía qué quería. Y ahora que creo saber qué es lo que quiero, me veo incapaz de deshacer lo que tengo. Tal vez será porque tampoco me desagrada del todo.
Así que, retomo mi vida (que no reinicio).
Retomo mi vida donde la dejé, procurando que cada paso que dé ya no sea un futuro arrepentimiento. Retomo mi vida sabiendo cómo la quiero, sin poderla cambiar de cero, pero sí pudiéndola cambiar desde donde estoy ahora. La retomo de nuevo olvidando el significado de la palabra pasado.
Para siempre.