dilluns, de setembre 05, 2011

Extraños en un tren, en una ciudad y en una casa

Ha sido un día largo. Estoy rodeada de sentimientos que no entiendo. Creo que hablo otro idioma, que no soy de aquí. Esta mañana recorría las vías, a lomos de un tren extranjero. Y he llegado a otra ciudad, que tampoco es mía. Incluso a una casa que no me pertenece. Emigro. Hacia dónde no lo sé, pero emigro. Resulta que la huella del hogar se reduce a un estúpido cepillo de dientes. Y que allá donde no lo tengas, siempre serás extranjero. Yo no sé por qué, pero esta canción ha habitado mi cerebro durante todo el día. Igual es una señal. Igual es que me marcho hacia a un lugar mejor. Hacia una mejor versión de mí.