dilluns, de gener 23, 2012

T'est.

Barcelona acoje porque fue tu casa y fue casi la mía.
En el metro la gente va llena de cosas: bolsas de El corte inglés,
un ojalá me la encuentre esta noche, un no quiero dormir sola.
Y la mujer de las medias marrones
rezando por encontrar a alguien que se las quite.
Se enredan los te quieros en las lenguas de los urbanitas
y nunca llegan a salir
porque en la ciudad todo es cemento
y nadie cede a querer
sin la seguridad de lo eterno, de lo que no se derrumba.
Así que no hay te quieros en Barcelona
y tú y yo caemos presos de tanta entropía.
La gente va llena de cosas: un móvil androide,
una vida paralela, un mensaje clavado en el miocardio.
Y la niña de trece que engaña a sus padres
que creen que está en casa de una amiga estudiando para el lunes.
Barcelona es caótica, pero fue tu casa.
Contiene en su interior a seis millones de orejas deseando
oir de otra boca
que le quieren y le piensan.
Y nadie lo hace
menos tú.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Casi tan bonito como tu Xu!
Se me han puesto los pelos de punta!